Durante más de un siglo, el afán por la perfección por parte de Rolex, a través de la continua mejora y la innovación, ha sentado los cimientos de todas las actividades de la marca, tanto en su arte relojero como en todas sus empresas. Es que la búsqueda de la excelencia necesita encontrar un compañero. Un aliado que empuje los límites y lleve a enfrentar nuevos desafíos. Y es justamente en el deporte, en donde Rolex ha descubierto el motor principal para elevar los estándares y superar la eficiencia y rendimiento.
Ya desde los orígenes de la marca en 1905, Hans Wilsdorf, fundador de Rolex, había comprendido el potencial de un reloj de pulsera adaptado a una sociedad en pleno cambio, en la que las actividades deportivas ocupaban un lugar cada vez más preponderante. Para desarrollarlo, se inspiró en los cronómetros de marina, famosos por su precisión. Y como el polvo y la humedad constituían una gran traba para dicha precisión, la hermeticidad era lo que más le preocupaba. Así fue como nació el primer reloj de pulsera hermético del mundo: el Oyster. Lógicamente, tal innovación iba a atraer muchas miradas y entre ellas, fue la élite mundial de la vela la primera en dar cuenta de la importancia de esta nueva invención. A partir de 1931, Rolex perfeccionó el concepto de reloj moderno con el rotor Perpetual, sistema desarrollado y patentado por la marca, capaz de captar y restituir la energía de los movimientos de la muñeca. Desde entonces ya no era necesario preocuparse de darle cuerda al reloj manualmente por medio de la corona. El sistema de cuerda automático garantizaba no solamente una reserva constante de energía, sino que además contribuía en gran medida a la impermeabilidad del reloj. De esta manera, el Oyster Perpetual de Rolex aunaba tres cualidades fundamentales: la precisión, la impermeabilidad y la cuerda automática, lo que le permitió convertirse en el reloj ideal para la navegación en alta mar. En consecuencia, estas innovaciones llamaron la atención del New York Yacht Club, primer socio de Rolex en el ámbito de la navegación a partir de 1958 y promotor del trofeo de vela más antiguo del mundo: la Copa América.
Fue justamente esta asociación con el NYYC, la que permitió abrir el camino para unas relaciones duraderas entre Rolex y esta disciplina. Es que en la vela se combina juego limpio y convivencia en el más puro espíritu de las tradiciones navales de antaño, pero también competitividad, esfuerzo y eficiencia. En efecto, exige habilidad, precisión al segundo, resistencia y un gran sentido del trabajo en equipo. Y es por tal motivo que Rolex ha puesto así su fama y su admiración por la vela al servicio de este deporte de pasión, estableciendo estrechos vínculos con grandes clubes náuticos de todo el mundo, donde se codean apasionados de la náutica, incondicionales de las regatas de alto nivel y patrones de élite, generando un circuito mundial codiciado y buscado por todo el mundo.
Gracias a sus acuerdos de patrocinio con los principales impulsores de este deporte, Rolex ha ayudado a desarrollar y a promover algunos de los principales acontecimientos mundiales de vela; acontecimientos en los que tanto propietarios como navegantes tienen asegurada una competición justa, así como ocasiones de convivencia social en tierra. Es que las regatas Rolex forman un calendario natural, lo que permite a tripulaciones y yates viajar de una a otra con la garantía de que la colaboración de Rolex es un sello de autenticidad. De esta manera, la marca Rolex se encuentra asociada a las 15 competiciones y regatas internacionales más importantes del planeta, entre las que se incluyen: la Rolex Sydney Hobart Yacht Race (Australia), que se celebra cada año a finales de Diciembre. La Rolex Fastnet Race, Cowes (Reino Unido) que tiene lugar cada dos años en Agosto. Por otro lado se encuentran los campeonatos y regatas de gran exigencia disputados entre veleros muy igualados, como por ejemplo: SailGP Global Championship; el Rolex TP52 World Championship, otros eventos de élite de la temporada de vela, desde regatas para las embarcaciones más modernas y potentes hasta carreras inspiradas en el legado de la vela: la Maxi Yacht Rolex Cup, que se celebra cada año en Cerdeña (Italia); la Rolex Swan Cup, que se celebra también en Cerdeña cada dos años en el mes de Septiembre; la Rolex Giraglia, una serie de regatas costeras y de alta mar que se celebran cada mes de Junio, entre Francia e Italia. Todos ellos reflejan el mejor espíritu de la navegación, anclado a asociaciones con clubes náuticos que hacen gala de las mejores tradiciones y de la elegancia de este deporte: el New York Yacht Club (NYYC Estados Unidos); el Royal Yacht Squadron (RYS Cowes, Reino Unido), el Yacht Club Costa Smeralda (YCCS Porto Cervo, Italia), Rolex también colabora con otras competiciones de todo el mundo, entre ellas: la Rolex Middle Sea Race, La Valeta (Malta), Les Voiles de Saint-Tropez (Francia), la Rolex China Sea Race, de Hong Kong (China), la Subic Bay (Filipinas), la Rolex New York Yacht Club Invitational Cup, Newport (EE.UU.), La Rolex Big Boat Series, San Francisco (EE.UU.), El Rolex Circuito Atlántico Sur, de Buenos Aires (Argentina) a Punta del Este (Uruguay).
Este compromiso estrecho, fuerte y fiel que mantiene Rolex por los deportes, especialmente por el deporte de vela, no es una mera casualidad. Su búsqueda constante de mejora y perfeccionamiento, también se identifica con el afán de superación propia de cada navegante. De esta manera la firma encuentra nuevas alianzas con una serie de extraordinarios deportistas que también representan parte de los valores del universo Rolex. Entre ellos se destacan Sir Ben Ainslie, Paul Cayard y Robert Scheidt. Su tenaz afán de superación, la pasión que sienten por su deporte y sus desvelos por mostrarse a la altura de las circunstancias prestigian aún más los numerosos títulos que han conquistado. En los últimos años, los tres han competido en varios eventos patrocinados por Rolex en todo el mundo, incluyendo la Rolex Sydney Hobart Yacht Race, la Maxi Yacht Rolex Cup y el Rolex TP52 World Championship, logrando excelentes resultados y demostrando la conexión del mundo de la vela, con el universo Rolex.
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