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Colección Crucero

Chanel

Dicen que la inspiración puede aparecer en cualquier momento. Pero también se dice que es totalmente personal y subjetiva. Lo que para alguien puede inspirar magia y alegría, para otro puede denotar misterio y tristeza. Sin embargo, no importa a que nos remita la idea, si ésta se presenta con la intención de ir más allá, de romper las reglas y los limites previamente establecidos. Karl Lagerfeld, uno de los mayores exponentes de la moda, bien sabe cómo jugar con las reglas, e inspirado en el origen de la cultura, presenta la última colección Crucero Chanel en la Galerie Courbe del Grand Palais en pleno corazón de Paris.

Karl Lagerfeld ofrece una visión idealizada de Grecia y demuestra una vez más que la inspiración puede jugar de diferentes maneras.

La antigüedad griega, la cuna de la cultura, su belleza y modernidad están en el corazón de la inspiración del diseñador: El criterio de belleza en la antigua, y luego clásica, Grecia es muy relevante. Drapeados sutiles y elegantes, líneas fluidas arman las siluetas de tweed y jersey, seda y algodón, encaje y crepe. Los flequillos juegan con bordados preciosos, gladiadores con tacones de columna elevan la tradicional sandalia griega, y laureles olímpicos se convierten en diademas mientras los collares y brazaletes dorados adornan el cuello y los brazos. Ánforas se convierten en mochilas de cuero plisado pequeñas o grandes. Miniaudieres y carteras de noche hechas de cuero meticulosamente drapeado o pieles exóticas bronceadas. El bolso Gabrielle de Chanel se mezcla con cuero con knitted owl o motivos de envases antiguos, o aparece en cuero marmolado.

Para reescribir los códigos de antigüedad, Karl Lagerfeld ofrece una visión idealizada de Grecia y demuestra una vez más que la inspiración puede jugar de diferentes maneras: La realidad no me interesa, uso lo que me gusta. Mi Grecia es una idea, explica. Mangas griegas con hombros drapeados estructuran líneas y encuentran un balance en cinturas marcadas o acinturadas. Plisados inspirados en columnas, mientras que los motivos de los suéteres se parecen a los que se encuentran en envases antiguos o en las imágenes de los frescos de la época. El diseñador se enfoca en detalles como botones gravados con búhos, el símbolo mitológico de la sabiduría; o en estampados con coronas de laureles con camelias escondidas o ramas de laurel en la forma de la elegante doble C. Estos símbolos acompañados por los tallos de trigo tan preferidos por Gabrielle Chanel, también adornan las monedas que conforman una pequeña cartera de noche.

Como gran admirador de la antigüedad, Karl Lagerfeld trasciende sus códigos, demostrando la atemporalidad, el espíritu y el encanto de Chanel. 

Con esta colección, Karl Lagerfeld compone una verdadera travesía por tiempo y espacio. Blanco espectacular con azul caen en forma de cascada sobre vestidos y chaquetas de tweed en silueta de A, iluminando un traje con curvas y caderas en forma de ánforas. La antigüedad se encuentra con la mitología de la moda moderna en tops de jersey drapeados, faldas largas, pantalones anchos, fluidos y plisados en negro, blanco y beige o terracota y dorado. El tweed con flecos, sin forro, pálido u ocre se convierte en abrigos cruzados y vestidos shepherdess con cremallera. La simplicidad de los vestidos de lino se eleva con bordados de piedras multicolores. El reino de la mitología está siempre presente: las diosas griegas aparecen en vestidos literalmente esculpidos en perfecto crepe, las cinturas marcadas están enteramente bordadas en lentejuelas que emulan mármol. Las ninfas también emergen en vestidos de jersey o de muselina, usados debajo de túnicas largas con estampados de coronas de hojas de oro. En otra parte hay vestidos bordados con espirales, símbolo de movimiento, vida y energía que le dan equilibrio a los tops y faldas de inspiración espartana.

Como gran admirador de la antigüedad, Karl Lagerfeld trasciende sus códigos, demostrando la atemporalidad, el espíritu y el encanto de Chanel. Presentada en el Grand Palais, esta colección fue recibida con el aplauso resonante de las embajadoras de Chanel Keira Knightley, Anna Mouglalis, Caroline de Maigret, Ellie Bamber y Clotilde Hesme, la joven actriz estadounidense Yara Shahidi, las actrices francesas Isabelle Huppert y Marine Vacth, la actriz china Liu Shi Shi, así como los directores Pedro Almodóvar y Deniz Gamze Ergüven.